EL SECTOR PESQUERO EUROPEO TRASLADA AL PARLAMENTO EUROPEO LOS PROBLEMAS EN LA EJECUCIÓN DEL FEMP Y RECLAMA CAMBIOS DE CARA A 2020

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De cara a la definición y asignación del nuevo FEMP en 2020, Europêche considera necesario un fondo específico de pesca, con mayor dotación presupuestaria, que amplíe los tipos de proyectos y cuente con mecanismos de financiación flexibles

Garat ha subrayado la necesidad de financiar las paralizaciones temporales cuando los buques se ven obligados a cesar su actividad por causas como paro biológico, cierre de una pesquería o la ruptura de un protocolo de pesca con un tercer país

Madrid, 7 de septiembre de 2017.- El sector pesquero europeo agrupado en Europêche ha afirmado hoy en el Parlamento Europeo (PE) que el Fondo Europeo Marítimo y Pesquero (FEMP o EMFF, por sus siglas en inglés) en 2014 y que abarca hasta 2020, no está funcionando y que es ahora cuando está empezando a utilizarse por los Estados miembros, es decir, cuatro años después de su aprobación. De hecho y hasta septiembre de 2017 solamente se ha utilizado el 1,4% del Fondo Europeo Marítimo y Pesquero (FEMP), a pesar de ser fundamental para el cumplimiento de la Política Pesquera Común (PPC).

A invitación de la europarlamentaria Clara Aguilera y acompañado por Pedro Maza, vicepresidente de Cepesca y presidente de FAAPE, y María José de Pazo, en representación de ORPAL (Organización de Productores de Pesca de Palangre), el presidente de Europêche, Javier Garat, ha solicitado en una Audiencia Pública en el Parlamento Europeo (PE) organizada por el Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D), una serie de cambios de cara a la nueva asignación de los mismos en 2020. El actual FEMP contempla una inversión de 6.500 millones de euros.

Según el secretario general de Cepesca y presidente de Europêche, Javier Garat, las razones de la paralización de la asignación del FEMP hay que buscarla en el retraso en la aprobación del propio Reglamento del fondo, en el excesivo tiempo para preparar programas operativos por parte de los estados miembros de la UE, en los problemas para publicar las convocatorias y, por último, en las excesivas trabas burocráticas con las que se encuentran los organismos intermedios de gestión. “En definitiva”, –señala Garat–, “existe demasiada burocracia, muchos controles y mucho miedo por parte de los gobiernos a meter la pata, lo que se traduce en que el sector no está recibiendo los fondos a tiempo ni en cantidad suficiente para poder desarrollar los proyectos necesarios. Se hace imprescindible la simplificación”.


Menos burocracia y más flexibilidad de cara a 2020

De cara a la definición y asignación del nuevo FEMP en 2020, Garat ha expuesto una serie de puntos que el sector pesquero considera han de tenerse en cuenta. En primer lugar, un fondo específico de pesca, con mayor dotación presupuestaria que la actual y con mucha menos burocracia, que permita la utilización completa del mismo. Igualmente, reclamó que los programas operativos flexibilicen los mecanismos de financiación, tanto de ayuda directa a fondo perdido, como los instrumentos financieros (préstamos, avales, garantías, etc.)

Garat también ha apuntado la necesidad de que se puedan aprobar tanto proyectos pequeños como grandes, con una dotación económica importante, incluyendo, por ejemplo, los necesarios para mejorar la selectividad de las artes de pesca que permitan la adaptación a la obligación de desembarque.

El cuarto punto, según el presidente de Europêche, ha de ser el apoyo decidido a los planes de producción y comercialización de las Organizaciones de Productores (OPP), así como a aquellas acciones que puedan llevar a cabo los Grupos de Acción Local, fomentando el desarrollo y diversidad de las zonas altamente dependientes de la pesca.

Garat también ha argumentado que el FEMP debe fomentar la colaboración del sector con los científicos, potenciar la innovación y el desarrollo tecnológico, y promover la colaboración entre las empresas pesqueras y aquellas que prestan servicios a las mismas (comunicaciones, control, detección de especies, selectividad, eficiencia energética, etc.).

De hecho, y haciendo referencia a este último punto, Garat ha señalado que estas últimas empresas también deberían poder ser beneficiarias de las ayudas para promover el desarrollo de proyectos de innovación. Según Garat, “el Parlamento Europeo debería apoyar el concepto de industria 4.0, incorporando las TIC (tecnologías de la información y comunicación) a los procesos productivos”.

Durante su intervención, Garat también ha reclamado ayudas relacionadas con la capacidad pesquera y que, en los casos en los que sean necesarias medidas para la reestructuración de las flotas en desequilibrio, se permitan ayudas por paralización definitiva. Por otra parte, y en los casos de flotas en equilibrio, como las pesquerías en Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) o empresas económicamente viables, Garat considera que debería plantearse una estrategia de renovación y modernización de la flota comunitaria, cuya edad media es de 22,6 años de antigüedad; así como flexibilizar las normas aplicables a nuevas construcciones y modernizaciones.

Garat ha subrayado así mismo la necesidad de financiar las paralizaciones temporales cuando los buques se ven obligados a cesar su actividad por causas como paro biológico, cierre de una pesquería o la ruptura de un protocolo de pesca con un tercer país.

La patronal europea del sector pesquero considera igualmente fundamental que el FEMP de 2020 tenga en cuenta la dimensión social, fomentando el diálogo social, la seguridad y el bienestar de las tripulaciones a través de buenas condiciones laborales (Convenio 188 de la OIT) y la formación náutico-pesquera, para paliar el problema actual de escasez de profesionales titulados. Europêche ha solicitado, así mismo, que el FEMP contemple ayudas para mejorar la recopilación de datos y el control de todos los eslabones de la cadena comercial, así como el conocimiento por parte de la sociedad de la realidad de este sector.