Merluza al horno con patatas panadera

Ingredientes:

  • Merluza
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Patatas
  • Vinagre
  • Ajo

Preparación:

El primer paso consiste en poner en el horno una fuente en la que, sobre el fondo untado con un poco de aceite de oliva virgen, se han dispuesto previamente unas rodajas finas de patatas para que se vayan horneando.

Personalmente a mí me gusta darles la vuelta una a una para que se doren por ambos lados

Una vez que las patatas están doradas, se disponen los trozos de merluza sobre las patatas con la piel para arriba.

En mi caso he puesto lomos y colas de merluza sin espinas, ya que las espinas las utilizo para comérmelas de otras maneras. Por ejemplo, a las colas les separo la espina con un cuchillo cortando “a ras” de la espina y no me importa que quede pescado adherido a la espina porque eso me lo como después rebozado como quien toca una armónica


Con el pescado así dispuesto la fuente va al horno y, al poco tiempo, ( unos 5 minutos), saco la fuente y con santa paciencia y la ayuda de un tenedor y un cuchillo retiro la piel a los trozos de pescado que vuelve al horno para un calentón final.

Mientras dura este último calentón, doro las laminas de ajo y una guindilla en un poco de aceite.

Cuando saco el pescado del horno, primero le echo una chorrostada de vinagre al pescado y después el aceite con los ajos y unos trocitos de perejil ( Toque Arguiñano )

Y ya está el pescado listo para comer .


Rape en salsa

Ingredientes: (para 4 personas)

  • 1 kg de rape limpio.
  • 4 dientes de ajo
  • cebolla
  • azafrán
  • perejil fresco
  • una copa de vino blanco (o copa y media). Si se tiene manzanilla de Sanlúcar en casa también es recomendable.
  • aceite de oliva virgen extra
  • sal

Preparación:

Se escurre bien el rape que tenemos limpito y preparado en trozos grandes (como en la foto).

Se pelan y se pican la cebolla y los dientes de ajo por separado (ya que la cebolla tarda más a la hora de freírse).

En una cacerola se calienta un poco de aceite oliva virgen extra, y mientras se echa la cebollita picada y vamos moviendo. Cuando esté blanda, se incorpora el ajito.

Cuando vemos que ya se está haciendo añadimos los trozos de rape y se rehoga con un poco de azafrán. Vamos moviendo todo. Espolvoreamos el perejil por encima. Por último, en una copa de tamaño de coñac se echa el vino blanco o de manzanilla. Se deja reducir hasta que esté a gusto del chef. Listo para servir. ¡Delicioso!


Merluza rebozada y ensaladilla rusa con atún

Ingredientes

Ensaladilla rusa: (para 6 personas)

  • 3 latas de atún
  • 2 latas de pimiento rojo de piquillo
  • 2 huevos duros
  • 1 lata de aceitunas
  • 800 gramos de patatas
  • Mayonesa (si se quiere hacer añadimos a los ingredientes 2 huevos crudos, sal, vinagre y aceite de oliva virgen extra)

Para la Merluza:

  • 3 lomos de merluza por persona
  • sal
  • Harina
  • 1 huevo batido

Preparación:

Pelamos las patatas y las cortamos en cuartos y ponemos en una olla agua a hervir. En otra cazuela ponemos agua con los huevos, y desde que hierve el agua 12 minutos.

Cortamos un poco más en tiras los pimientos de piquillo y las aceitunas a la mitad.

Cuando las patatas estén listas, lo ponemos en una fuente grande y ponemos las patatas e incorporamos todo por encima y lo removemos con la mayonesa.

Preparación de la mayonesa:

En un vaso de batidora: 2 huevos, sal, un chorro de vinagre y aceite de oliva virgen extra y se bate con la batidora en el fondo para que no se corte. Y una vez que está ligado, con la batidora dentro, se va añadiendo aceite hasta espesarla al gusto.

Preparación merluza:

Se echa sal por las dos caras de los lomos, lo bañamos en harina y en un plato con un huevo batido se moja la merluza enharinada .

En una sartén se pone abundante aceite y la ponemos a fuego muy caliente, vamos incorporando la merluza poco a poco hasta que las ves doraditas.

Listo para servir.


Gallo a la molinera

Ingredientes:

  • 1 gallo por persona (o si es pelado dos lomos por persona) (si lo pelamos nosotros usamos cabeza y cola en el caldo)
  • mantequilla
  • un limón (si se tiene)
  • perejil picado
  • harina
  • 1 huevo
  • 1 pepino (de acompañamiento)
  • 1 tomate natural (de acompañamiento)

Caldo de pescado (si se tiene hecho, genial) si no, lo siguiente:

  • 1/2 cebolla pelada
  • Si hemos pelado el gallo nosotros echamos cabeza y espinas
  • 2 dientes de ajo
  • 1 bote pequeño de tomate natural
  • 1 litro de agua
  • sal
  • pimienta
  • 2 Pastillas de avecrem de pescado

Preparación

Si tenemos un caldo hecho, estupendo, porque también podemos mezclar en él todos los ingredientes de la salsa. Si no, en un litro de agua en una olla hacemos un caldo con todos los ingredientes de la salsa: incorporamos la cebolla, los dientes de ajo entero, el tomate natural y las dos pastillas de avecrem. Si el gallo lo hemos pelado nosotros, es el momento de echar la cabeza y las espinas a nuestra olla.

Después de media hora, lo colamos y lo reservamos en una fuente.

Pasamos los filetes de gallo por la harina y batimos un huevo y mojamos el pescado enharinado en el huevo.

En una sartén ponemos una cucharada de mantequilla y vamos a freír ahí los gallos. Echamos un chorro de limón por encima. En esa sartén, incorporamos el caldo por encima y dejamos hervir. Espolvoreamos el perejil. Listo para servir con un poco de salsa por encima o escurrido. Además, podemos acompañarlo de un poco de pepino y tomate en rodajas.


Pescado y sistema inmunológico

Los productos pesqueros son uno de los alimentos más completos y su aporte nutricional es fundamental al aportar al organismo proteínas, aminoácidos esenciales para el metabolismo humano, minerales y vitaminas.

La dieta mediterránea, en la que el consumo de pescado es un elemento definitorio, es considerada por los expertos en nutrición fundamental para el buen funcionamiento del sistema inmunológico.

Al igual que el consumo de frutas, verduras y hortalizas, el de productos pesqueros es una de las pautas diferenciales de esta dieta y en este post queremos explicarte cómo contribuyen a la mejora de la respuesta del sistema inmunológico. Reforzar nuestras defensas es clave en un momento como el actual de lucha colectiva contra el coronavirus.

La ingesta de ácidos grasos Omega-3 no sólo contribuye a reducir el colesterol y los triglicéridos, también al fortalecimiento del sistema inmunitario y este es el asunto que nos ocupa. Los Omega-3 son ácidos grasos polinsaturados que podemos encontrar en los alimentos bajo tres formas: ácido eicosapentaenoico (20:5 omega 3, EPA), ácido docosahexaenoico (22:6 omega 3, DHA) y ácido alfa linolénico (18:3 omega 3, a-ALA).

Puesto que estos ácidos no pueden sintetizarse, es importarte realizar este aporte a través de la dieta. Todos los pescados, y especialmente los pescados azules son un alimento rico en ácidos grasos Omega-3. Entre los azules, encontramos el atún, la sardina, el boquerón, el jurel y la caballa; y entre los blancos, el bacalao, el pez espada, el mero, la merluza o el salmón, en cuyo caso, hablamos de un pescado semigraso.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) recomiendan un consumo medio de 250 mg de ácidos grasos Omega-3 (EPA+DHA) al día, de modo que, teniendo en cuenta que el contenido en Omega-3 de estos pescados oscila entre los 3 gr por cada 100 gr del atún a los 0,35 gr por cada 100 del salmonete, una sola ración de pescado es suficiente para cubrir las necesidades de Omega-3 de varios días.

Zinc, un mineral fundamental para la salud

Los productos pesqueros también contienen minerales fundamentales para el buen funcionamiento del organismo, tales como el fósforo, el magnesio, el selenio y el yodo. En relación con el sistema inmunológico hay que llamar la atención sobre el zinc.

El pescado es una fuente natural de zinc y también los crustáceos, tales como las gambas, los langostinos, los mejillones y los cangrejos. Aunque los crustáceos no sean uno de los alimentos que a priori pensemos que sirven para reforzar el sistema inmunológico, en la práctica son fundamentales para cumplir con ese objetivo. Ello se debe, en buena medida, a su contenido en zinc. Este mineral es fundamental para nuestra salud y, de hecho, después del hierro, ocupa el segundo lugar por grado de concentración en el organismo.

El zinc está presente en todas las células, interviene en la fabricación de proteínas, así como en más de 300 reacciones enzimáticas, y ayuda al sistema inmunitario a combatir la invasión de virus y bacterias.