EL SECTOR PESQUERO INSISTE EN LA REDUCCIÓN DEL IVA DEL PESCADO AL 4% COMO FÓRMULA PARA ALIVIAR LA CRISIS DERIVADA DE LA COVID-19
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Nota de Prensa
- Según Cepesca el impacto social de esta medida sería enorme al facilitar el acceso a los productos pesqueros, necesarios para una alimentación saludable, a los ciudadanos más desfavorecidos
- Con respecto al Brexit, y según Javier Garat, secretario general de Cepesca, “la pesca seguirá siendo la vara de medir el acuerdo, por lo que, tanto el Gobierno de España, como el del resto de Estados miembros y la propia Comisión Europea deben seguir defendiendo el mandato negociador de la UE y jugar todas las cartas disponibles”
Madrid, 15 de octubre de 2020.- La Confederación Española de Pesca (CEPESCA) insiste en su reivindicación histórica de reducir el IVA de los productos pesqueros como solución a la crisis que atraviesa, motivada por el cierre parcial del canal HORECA y la reducción del turismo de costa debido a las restricciones que exige la lucha contra la pandemia de la COVID-19. Según el sector, esta situación, que prevé se mantendrá durante los próximos meses, ha reducido en un 20% la venta de productos pesqueros y pone en riesgo la continuidad de la actividad de numerosos buques y puestos de trabajo.
Por otro lado, la crisis que atraviesa el sector HORECA no ha sido compensada con el consumo de productos pesqueros en pescaderías y grandes superficies que, con ligeras disminuciones, tras el repunte registrado durante las semanas que duró el estado de alarma en nuestro país, se mantiene estable. Sin embargo, las previsiones que maneja el sector apuntan a que, a medida que se agudice la crisis económica, muchas familias se verán obligadas a reducir su gasto en alimentación, penalizando la adquisición de productos frescos frente a otros procesados y envasados, pero más económicos.
Igualmente, existe una gran incertidumbre sobre el pico de ventas que habitualmente representa el consumo de la Navidad, debido a la inestabilidad a la hora de diseñar escenarios por la crisis sanitaria y las restricciones sociales y de movimientos que impondrá. De hecho, y según los datos de la Federación Nacional de Asociaciones Provinciales de Empresarios Detallistas de Pescados y Productos Congelados (FEDEPESCA), para el comercio minorista estas ventas pueden llegar a suponer el 25% de las totales de todo el año.
Según el sector, esta situación podría aliviarse reduciendo el IVA con el que se grava a los productos pesqueros (10%), hasta uno reducido del 4% aplicado actualmente a otros productos básicos, tales como la leche y el pan; y como ya han hecho otros países comunitarios, entre ellos Alemania.
Acceso a productos frescos
Igualmente, y según el sector, con esta medida, además de aliviar la presión sobre la rentabilidad de su actividad, se enriquecería también la dieta de la población española debido a la calidad de las proteínas provenientes de los pescados y mariscos frente a las de otros productos, y especialmente entre poblaciones vulnerables, tales como niños o mayores, más aún en el panorama tan incierto actual.
Según Javier Garat, secretario general de Cepesca, “durante las próximas semanas vamos a reforzar nuestra petición al Ejecutivo para reducir el IVA de los productos pesqueros. Creemos que es una medida justa que, además de beneficiar a un sector muy castigado por la COVID-19 pero que ha sabido mantener su compromiso con la sociedad durante lo más duro de esta pandemia, puede tener un efecto social tremendamente positivo para la población, más aún con el panorama de crisis económica que se perfila. Al igual que otros sectores económicos -termina diciendo Garat-, como el del automóvil o el propio sector turístico, obtienen el aval y el respaldo de nuestro Gobierno, creemos que es paradójico que una potencia pesquera como España, dedicada a proporcionar alimentación saludable, no concentre la misma atención”.
La pesca seguirá siendo la vara de medir el acuerdo sobre el Brexit
Otro de los asuntos clave para el sector pesquero son las negociaciones de la UE con el Reino Unido sobre el Brexit, que se encuentran en una fase crítica ya que Europa y Londres deberían cerrar un acuerdo en materia pesquera durante las próximas semanas, para poder ser ratificado a tiempo para su entrada en vigor el 1 de enero de 2021.
En este sentido, Cepesca considera que vincular el acuerdo de pesca al acuerdo comercial ha sido un punto fundamental para la negociación y teme que la pesca se convierta en un elemento de última consideración en la negociación, como en otras ocasiones. En opinión de la industria española afectada, así como de sus colegas europeos asociados en la European Fisheries Alliance (EUFA), el vínculo entre los tratados comercial y pesquero no ha sido utilizado todavía con toda la fuerza que se le presupone. En su opinión, si bien este vínculo ha servido para alejar al Reino Unido de sus pretensiones más maximalistas, no ha sido usado para compensar alguna de las muchas concesiones que la UE hará, con buen tino, al Reino Unido en otros ámbitos como el financiero.
Según Javier Garat, “no es momento de escuchar cantos de sirena como los que llegan desde Gran Bretaña, tales como la posibilidad de un periodo transitorio o la posibilidad de acuerdos sobre acceso y cuotas plurianuales. La realidad –añade Garat–, es que un periodo transitorio no dice nada si no se sabe el destino, y los acuerdos plurianuales sólo servirían para posponer el problema, ya que al final del primer periodo volverían las pretensiones británicas y esta vez no habría un acuerdo comercial para equilibrar las posiciones negociadoras”.
En opinión del sector es el momento de reafirmarse en todos los aspectos del mandato negociador de la UE y mantenerse firmes ya que sus términos son justos y equilibrados para ambas partes. A juicio del sector, una buena muestra de ello es que en él no se exija al Reino Unido el retorno del incremento del 26% en sus cuotas que se produjo al establecerse la Política Común de Pesca (PPC) en el año 1983 y con ella el manido principio de la estabilidad relativa. Este incremento, apunta el sector, obligó a países como Dinamarca y Suecia a entregar gran parte de sus derechos pesqueros para poder acceder libremente a las aguas británicas. Por el contrario, y según el sector, el mandato sólo solicita el mantenimiento de la situación actual y no, como sería pertinente, devolver los derechos adquiridos como miembro de un club una vez que se decide darse de baja.
Según Garat, “teniendo en cuenta que son 88 los barcos de bandera española que, con alrededor de 2.150 tripulantes, tienen la posibilidad de pescar en caladeros del Reino Unido, nos jugamos mucho en estas negociaciones. Por tanto, es importante conseguir un buen acuerdo que beneficie a todas las partes. Nos da la impresión de que la pesca seguirá siendo la vara de medir el acuerdo sobre el Brexit, por lo que, tanto el gobierno de España, como el del resto de Estados miembros y la propia Comisión Europea deben seguir defendiendo el mandato negociador de la UE y jugar todas las cartas disponibles”.
Preocupación por el IEO
El sector pesquero también continúa preocupado por la situación del Instituto Español de Oceanografía (IEO) tras los planes del gobierno de su absorción por parte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), una decisión que no sólo ha generado malestar entre la comunidad científica, sino que también hace temer al sector sobre la viabilidad de un organismo con 106 años de historia cuya labor de investigación, evaluación y asesoramiento es fundamental para la mejora continua de la gestión pesquera tanto en los caladeros español y europeo, como en el mundo.
Cepesca ya transmitió su preocupación a este respecto al ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, el pasado junio y está en comunicación con otros agentes del sector, tales como la Federación Nacional de Cofradías de Pesca (FNCP) y la Asociación Empresarial de Acuicultura de España (Apromar) para solicitar que el organismo, dirigido por Javier Ruiz tras dimitir Eduardo Balguerías y Rafael González Quirós en febrero y junio, respectivamente, cuente con la fortaleza y medios adecuados para cumplir una misión que, cuando no se lleva a cabo en la forma y tiempo debidos, conduce a situaciones tan complicadas como la que está viviendo actualmente la flota de palangre de superficie con las capturas de marrajo dientuso.