SECTOR PESQUERO SE OPONE A LA INICIATIVA DE LA CE DE SUSCRIBIR PROPUESTA MEXICANA DE INCLUIR AL MARRAJO DIENTUSO EN APÉNDICE II DE CITES

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El sector pesquero europeo ha mostrado su rechazo a la decisión de la Comisión Europea (CE) de suscribir la propuesta mexicana para incluir al tiburón marrajo dientuso en el apéndice II de CITES. Según el sector, representado a través de Europêche, esta medida, además de carecer de base científica y legal, tendría un impacto muy negativo en la actividad económica del sector, en especial en España y Portugal. Concretamente, y en el caso español, según apunta la Confederación Española de Pesca (CEPESCA), en 2017 se comercializaron casi 3.000 toneladas que generaron un volumen de negocio de 10 millones de euros.

Los pescadores europeos creen que la iniciativa carece de base científica y legal. Según el sector, esta pesquería está fuertemente regulada por las distintas Organizaciones Regionales de Pesca (ORP), tales como ICCAT. De hecho, este organismo ha desarrollado ya varias evaluaciones científicas de las poblaciones en el Atlántico norte y sur, y adoptó las medidas adecuadas para garantizar su sostenibilidad.

Igualmente, y desde el punto de vista legal, la especie también está incluida en el Apéndice II del Convenio de la Convención sobre Especies Migratorias (CMS). En este sentido, y según el sector, el tiburón marrajo dientuso está suficientemente protegido y regulado para garantizar su explotación sostenible, así como su comercio legal, por lo que su inclusión el Apéndice II de CITES conduciría, indudablemente, a la incertidumbre legal y la duplicación de regulaciones de diferentes instrumentos que persiguen el mismo objetivo.

Por otro lado, y desde el punto de vista biológico, el sector pesquero apunta que esta especie tiene una amplia distribución geográfica en todo el mundo y es capaz de una rápida reproducción. Ello, y según el sector, dibuja una situación no comparable, en términos de conservación, al resto de las especies incluidas en el Apéndice II de CITES, especialmente con especies como, por ejemplo, el tiburón martillo o la ballena.

Por último, el sector subraya la práctica inexistencia de comercio ilegal de la especie. De hecho, y según los datos de comercio de esta especie en España, menos de un 1% de las exportaciones han sido rechazadas debido a sospechas de comercio ilegal. En este sentido, y según el presidente de Europêche y secretario general de Cepesca, Javier Garat, “este porcentaje demuestra que no hay demanda en el mercado de productos no autorizados de esta especie y que los controles gubernamentales han funcionado correctamente”. “Estos aspectos”, -apunta Garat–, “son especialmente relevantes para apoyar su no inclusión en la CITES, ya que su propósito es, precisamente, prevenir el comercio ilegal de especies amenazadas”.

El sector pesquero solicita a la CE, en palabras de Garat, «abstenerse de proponer o asociarse con terceros países para abogar por la inclusión de del marrajo dientuso en el Apéndice II de CITES”. “Además de estar equivocado científica y legalmente”, –apunta Garat–, “generaría una burocracia innecesaria y provocaría efectos socioeconómicos muy negativos para la flota pesquera enfocada en especies de tiburones sostenibles y con poca o ninguna alternativa para capturar otras especies”. “Creemos”, –termina diciendo Garat-, “que las ORP, como ICCAT, y no la CITES, son las más adecuadas para verificar el estado y la evolución de las poblaciones de esta especie de tiburones y para gestionarla consecuentemente”.

El Apéndice II de la CITES incluye aquellas especies que no están actualmente en peligro de extinción, pero que pueden estarlo a menos que se controle exhaustivamente su comercio. Hasta el próximo 24 de diciembre las partes del Convenio pueden presentar sus propuestas, las cuales serán revisadas en el órgano decisorio de la CITES, en mayo de 2019.